Si te has propuesto bailar salsa como un “profesional” de forma fluida y sencilla, debes empezar por adquirir algunas destrezas básicas en tus primeras clases de salsa en tu escuela.

Lo siento, pero no serás un profesional de la noche a la mañana tras tu primera sesión. Ya que es totalmente necesario ir desarrollando el aprendizaje en el tiempo asistiendo a clases de salsa y practicando mucho.

Pero no te preocupes, que el camino será divertido.

De hecho, durante tus inicios en el baile (y no tan inicios) estoy seguro que vivirás alguna situación cómica en la que la carcajada sea inevitable.

Seguro que experimentaras alguna de estas 6 situaciones divertidas en los primeros días de tus clases de salsa y que hoy te contamos a continuación.

1. Te equivocarás con los ritmos y tiempos en las clases de salsa

 El ritmo de la música, con su compás 4/4 es esencial aprenderlo cuanto antes. Las diferentes combinaciones de pasos y movimientos se realizan en secuencias de dos compases, es decir, en 8 tiempos. En los primeros niveles, es fundamental conseguir el seguimiento del ritmo para poder, entre otras cosas, bailar en sincronía con la pareja que te acompañe.

Los primeros días de baile de salsa en pareja son momentos de algún que otro pisotón, risas, falta de sincronización y descoordinación. Pero poco a poco tu pareja y tú conseguiréis ir realizando las figuras a la misma vez.

Es importante que trates de prestar atención a la forma en que tu profesor de baile cuenta los pasos, y repetirlos en tu mente a la vez que sientes la música, en los pasos y en las pausas.

El líder de la pareja en la salsa se comunica con su acompañante con el cuerpo, a la hora de indicar los cambios de pasos de dirección y movimientos. Quien recibe estas indicaciones debe reaccionar. Eso no es sencillo en las primeras clases. Pero con mucha práctica se consigue.

¡Mucho ánimo!

2. Verás que hay niveles diferentes en clase

Otro tipo de situaciones divertidas que suelen producirse en los primeros días de las clases de baile es cuando uno de los que forman la pareja tiene más experiencia en el baile de la salsa que el otro o hay uno de los dos que lo pilla antes que el otro.

No hay que sentirse cohibido o cohibida si la pareja cuenta con más experiencia, al contrario, aprovecharemos esta oportunidad para consultar a nuestra pareja las distintas dificultades de la figura a ejecutar.

De hecho ahí está la gracia de la salsa, entenderse con la otra persona y adaptarse a su nivel es lo que hace tan divertido y bonito este baile.

3. Bailaréis cada uno por su lado

Bailar fuera de tiempo puede aportar un toque divertido, sobre todo en las primeras clases de salsa. Sin embargo, esto producirá una desconexión con nuestra pareja.

Intenta recuperarlo con tu mejor sonrisa y ya está. Le ha pasado a todo el mundo que empieza a bailar.

Y recuerda, ¡cuidado con los pisotones! (jeje)

4. No mantendrás el centro de equilibrio

Si giramos por todos lados sin mantener un centro de equilibrio en un lugar, lo que podemos denominar “mantener el balance”, este será uno de los motivos para que el  baile no sea coordinado.

Para que el baile de salsa sea vistoso y bien ejecutado, es preciso mantener los pies bien sujetos en el suelo, firmes y a la vez dinámicos.

Cuando realizamos vueltas y giros sin mucho control tendríamos propensión a golpear todo lo que hay a nuestro alrededor.

Hay que tener cuidado con los giros. Bien ejecutados quedan de maravilla pero hay que pensar en las demás personas que nos rodean para no acabar todos en el suelo. (No sería la primera vez)

Aquí puedes ver los trucos para hacer un giro perfecto en la salsa.

5. Habrá diferente tensión con la sujeción de las manos

Al principio de las clases de salsa los dos miembros de la pareja pueden entender la sujeción de las manos con mayor o menor fuerza.

Uno puede apretar más (generalmente el hombre), y la mujer quejarse de la intensidad de la sujeción. O bien que al girar la chica apriete tan fuerte que retuerza los dedos del chico.

O puede ocurrir también que no se sujeten las manos con la fuerza suficiente, y entonces el baile no se realice de una forma adecuada y imprecisa.

6. Empujarás o te empujarán sin quererlo

Otro tipo de situaciones divertidas se produce cuando el hombre empuja, literalmente, a la mujer, para indicarle determinadas figuras de salsa y no acaban entendiéndose.

De hecho, hay algunos casos en que las chicas de la clase de baile andan “en volandas” por toda la pista, y el chico, al girar, no encuentra a su compañera de baile, entre otras cosas porque la ha desplazado varios metros más allá.

Conclusión: En las primeras clases de salsa hay que ir con ganas de aprender, conocer gente y sobretodo, a divertirse

En el momento en que nos apuntamos a las clases de baile buscamos varios objetivos: hacer ejercicio, aprender a bailar, interactuar con otras personas, etc. Pero una de las finalidades principales debe y debería ser la diversión.

Cuando estemos pendientes de “memorizar” la secuencia de figuras que nos ha indicado el profesor, realizar los giros y vueltas para un lado y para otro, y observar el número de vueltas que podemos realizar (más de las que pensábamos), no debemos olvidar que estamos ahí para aprender pero también para divertirnos.

Es importante, por tanto que dejemos el estrés laboral y la ansiedad fuera de la academia de baile, y entremos con una sonrisa. Bailemos mejor o peor, se trata de pasar un buen rato.

Por último, recordar a las chicas lo importante de llevar un buen tacón. Una cosa es lo que hemos visto en diferentes exhibiciones, y otra muy diferente llevar tacones altos en la academia, en el desarrollo de las clases.

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PD: Cuéntanos una situación divertida que hayas vivido en tus clases de salsa, nos encantará leerla en los comentarios del post. (¡Muchas gracias!)