Es bien sabido que cuando bailamos transmitimos alegría, simpatía, cercanía, deseo y, sobre todo, proyectamos nuestra verdadera personalidad. De hecho, gracias a la danza liberamos estrés, nos acercamos al sexo opuesto y nos desinhibimos. Seguro que ya lo has sentido si has empezado tus clases de baile.
Seguir leyendo