Hace 5 años estando de Erasmus en Budapest desconocía por completo el mundo de la salsa. Siempre me ha gustado bailar y en ese momento quería conocer gente, pasarlo bien y además tenía mucho tiempo libre. De camino a clase vimos un anuncio en el tablón de la universidad, y junto a mi compañero de piso nos apuntamos a clases de salsa en húngaro. Casi nadie hablaba inglés, no teníamos ni idea de húngaro y no entendíamos nada de lo que nos decían. Pero con paciencia, copiando los pasos del profesor y siguiendo el ritmo de la música aprendimos algún que otro paso.
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