El evento ofreció talleres de calidad y un ambiente general agradable. Sin embargo, varios aspectos logísticos y de gestión impidieron una experiencia completamente satisfactoria.
La coordinación entre el evento y el hotel fue deficiente o poco transparente. Se produjeron cambios de horario en los talleres sin previo aviso, lo cual provocó la pérdida de actividades previamente planificadas por parte de los asistentes.
Asimismo, se generó una incompatibilidad entre los horarios de comedor y los talleres, obligando a elegir entre comer o asistir a ciertas actividades. Esta situación provocó incluso la anulación práctica de algunos talleres por falta total de público (de 1 a 0 personas).
A pesar de que la oferta de horas formativas era amplia, un horario de comedor tan reducido y coincidente para todos los asistentes—alojados por obligación en el mismo hotel—resultó contraproducente.
La gestión audiovisual fue muy deficiente. Una sola persona no puede cubrir múltiples actividades simultáneas, y esto generó demoras y confusión durante las presentaciones finales de coreografías.
Además, se encendía la iluminación final durante la grabación del "paso a paso", dificultando la visibilidad y la calidad de grabación por los participantes.
Durante las coreografías finales, el responsable audiovisual interfería en el campo visual del público al desplazarse constantemente frente a los bailarines, lo que generó comentarios de malestar e incomodidad generalizada.
Se solicitó al público colocarse tras los bailarines como fondo visual, olvidando que los asistentes no son figurantes, sino clientes que han pagado por presenciar y participar en el evento.
Es inadmisible que el cliente no pueda grabar libremente aquello por la que ha pagado, especialmente cuando esa grabación no será facilitada por la organización.
Lo razonable sería limitar el movimiento del videógrafo, o en su defecto, garantizar al público el acceso posterior a las grabaciones de forma oficial.
Las deficiencias en la atención del hotel (especialmente en restauración y trato al cliente) quedan fuera de la responsabilidad directa del evento, pero impactan la experiencia. No obstante, el equipo humano del evento se comportó de forma correcta y profesional, lo cual ayudó a equilibrar parcialmente algunos negativos.
Se agradece sinceramente el esfuerzo de todo el equipo implicado en la organización y desarrollo del evento.
Precisamente por ello, se ha respondido a esta solicitud de opinión con una valoración detallada, confiando en que será recibida con el mismo espíritu con el que ha sido escrita (desde el aprecio por el trabajo realizado y con el deseo genuino de contribuir a su mejora), ya que el tiempo dedicado a esta opinión nace del interés por volver a participar en futuras ediciones, y la esperanza de poder dejar entonces una valoración plenamente positiva, ya que el potencial, sin duda, está presente.